
Una estrategia de seguridad sólida ha dejado de ser un "nice-to-have". Es esencial para seguir siendo competitivo y digno de confianza en el mercado. Los equipos de seguridad están sometidos a una presión constante para abordar rápidamente las vulnerabilidades y mantener el cumplimiento, todo ello mientras se amplían las operaciones empresariales. En esta entrada de blog, Roeland Delrue y Sonali Samantaray, cofundador de Aikido Security e Ingeniero de Soluciones Senior en Sprinto, respectivamente, comparten su experiencia en soluciones de seguridad escalables que equilibran el riesgo, el crecimiento y los requisitos de cumplimiento. Como líderes en gestión de vulnerabilidades y automatización del cumplimiento de normativas, ofrecen ideas prácticas para ayudar a las organizaciones a asegurar su crecimiento.
1. Estar al tanto de los riesgos
A medida que las organizaciones crecen, su perfil de riesgo aumenta. Con cada nuevo proceso, cliente o punto de contacto de datos, el panorama de la seguridad se amplía, lo que hace más difícil para los equipos identificar, evaluar y priorizar las vulnerabilidades. Sin un enfoque integrado y en tiempo real, los riesgos pueden acumularse y el potencial de daño -de reputación o financiero- puede multiplicarse. Un pequeño error de configuración o una vulnerabilidad pasada por alto pueden exponer millones de puntos de datos sensibles o interrumpir las operaciones.
Como señala Roeland, "la seguridad no es sólo una salvaguarda: es una parte crucial de la capacidad de su empresa para crecer y ganarse la confianza. Si no gestiona los riesgos, sus clientes se darán cuenta y puede que decidan irse a otro sitio. Centrarse en los esfuerzos de seguridad adecuados le ayuda a generar esa confianza e impulsar el crecimiento del negocio".
Al automatizar las herramientas de seguridad con la gestión integrada del cumplimiento, las organizaciones pueden agilizar el seguimiento de los riesgos, reducir la corrección manual y garantizar el cumplimiento en tiempo real, lo que permite a los equipos centrarse en medidas de seguridad proactivas en lugar de en parches reactivos. Las herramientas automatizadas ayudan a los equipos proporcionándoles visibilidad en tiempo real, reduciendo la fatiga de las alertas y simplificando el cumplimiento, creando una base que respalda la gestión proactiva de riesgos.
2. Priorizar la corrección efectiva
Gestionar una lista creciente de vulnerabilidades y riesgos puede resultar abrumador. Cuando se enfrentan a docenas o incluso cientos de alertas de seguridad, los equipos a menudo caen en un ciclo de fatiga por alertas, en el que el mero volumen de notificaciones los insensibiliza a los riesgos que tienen entre manos. Esto puede conducir a la parálisis por análisis, en la que la toma de decisiones se hace más difícil y el progreso se ralentiza porque hay demasiados problemas que abordar a la vez. Según Roeland, este volumen puede socavar la eficacia de los esfuerzos de corrección.
"Cuando abrumas a tu equipo con cientos de problemas, las posibilidades de que resuelvan alguno de ellos con eficacia disminuyen considerablemente. Se trata de priorizar los problemas más críticos, para que su equipo pueda centrarse en lo que realmente importa. Este enfoque centrado no sólo reduce la fatiga de las alertas, sino que garantiza que los problemas abordados son los que tendrán mayor repercusión", afirma Roeland.
Para evitar este escollo, es fundamental centrar los esfuerzos de seguridad en lo que más importa. Las herramientas que ponen de relieve los problemas más acuciantes -no sólo los más numéricos- ayudan a los equipos a realizar progresos significativos. Con prioridades claras para la corrección, las organizaciones pueden reducir el riesgo de que las vulnerabilidades críticas se escapen por las grietas.
Sin el enfoque adecuado, los equipos acaban en un estado reactivo constante. Pero un enfoque específico, que permita abordar los problemas de alto riesgo de inmediato, permite a los equipos salir del bucle reactivo y dedicar tiempo a medidas de seguridad proactivas.
"Sin el enfoque adecuado", explica Sonali, "los equipos acaban en un estado reactivo constante. Pero un enfoque específico -que permita abordar los problemas de alto riesgo de inmediato- permite a los equipos salir del bucle reactivo y dedicar tiempo a medidas de seguridad proactivas." Al dar prioridad a las alertas, reducir los falsos positivos y desplegar herramientas de seguridad especializadas, las organizaciones pueden evitar el ciclo del "tira y afloja" que consiste en abordar constantemente los problemas de baja prioridad mientras se pasan por alto los grandes. Al centrar los esfuerzos de corrección en las vulnerabilidades de alto impacto, los equipos de seguridad pueden gestionar eficazmente el riesgo y centrarse en otras tareas de alto valor, como el desarrollo de nuevas funciones o el perfeccionamiento de la oferta de productos.
3. Centralice su postura de seguridad
Con tantos componentes, es fácil que los datos de seguridad se aíslen entre plataformas y equipos. Los datos aislados crean puntos ciegos en su postura de seguridad, lo que dificulta que los equipos de seguridad actúen con rapidez y eficacia. Esta desconexión puede provocar fallos en el cumplimiento de las normativas, infracciones de seguridad y retrasos que impidan a su organización escalar de forma segura.
"Tenerlo todo en un solo lugar no es sólo una cuestión de comodidad", afirma Roeland. "Se trata de obtener una imagen completa y en tiempo real de su panorama de riesgos y cumplimiento. Un sistema centralizado hace que sea más fácil conectar los puntos, identificar las lagunas y priorizar los recursos de manera efectiva."
Tenerlo todo en un solo lugar no es sólo cuestión de comodidad. Se trata de obtener una imagen completa y en tiempo real de su panorama de riesgos y cumplimiento. Un sistema centralizado facilita la conexión de los puntos, la identificación de lagunas y la priorización eficaz de los recursos.
Una postura de seguridad centralizada reúne todos estos elementos -gestión de vulnerabilidades, seguimiento del cumplimiento y evaluación continua de riesgos- en una visión unificada. Este enfoque permite a los equipos de seguridad ver todo su panorama a la vez, identificar y abordar las lagunas en tiempo real, y crear un sistema cohesivo que esté siempre listo para la auditoría. Al combinar una solución centrada en la vulnerabilidad como Aikido con una plataforma centrada en el cumplimiento como Sprinto, las organizaciones pueden agilizar sus prácticas de seguridad, reducir los informes manuales y garantizar que el cumplimiento y la seguridad trabajen mano a mano y no de forma aislada.
El camino a seguir
Navegar por el complejo panorama actual de la seguridad requiere un enfoque proactivo y centrado. Al mantenerse al tanto de los riesgos, dar prioridad a la corrección eficaz y centralizar su postura de seguridad, las organizaciones no sólo pueden mejorar su seguridad, sino también su capacidad para escalar con seguridad y confianza. Como bien afirma Roeland, "la seguridad no es un proyecto puntual. Es un compromiso continuo con sus clientes y su crecimiento". Invertir en estas medidas no es sólo mantenerse al día con las normas de seguridad, sino permitir el crecimiento de la empresa manteniendo la confianza del cliente en primer plano.